domingo, 25 de diciembre de 2011

TRABAJO GÉNESIS

- INTRODUCCIÓN:

La Carta Encíclica de Rerum Novarum del Sumo Pontífice León XIII Sobre la Situación de los Obreros fue escrita el 15 de Mayo de 1891. Es la primera encíclica social de la Iglesia Católica. Rerum Novarum habla de cosas nuevas y se refiere a la situación de los obreros provocada por la revolución industrial. En ella rechazaba la lucha de clases como medio de solucionar la pobreza y la opresión. Resaltaba la dignidad y libertad de la persona, cuyo trabajo debía ser correspondido por un salario justo no sujeto exclusivamente a las leyes del mercado.

En primer lugar, se defiende el derecho a la propiedad privada de los bienes, y que se consigue gracias al esfuerzo y el trabajo realizado por cada individuo y que los socialistas tratan de acabar con este derecho. En la Encíclica se resalta este derecho como un derecho inviolable.

En segundo lugar, se destaca principalmente el papel de la Iglesia para resolver los conflictos y tratan de unir a los ricos y proletariados, haciendo que todos cumplan con sus deberes y derechos. También interviene el Estado, tratando de cooperar para que se cumplan las leyes y brote la prosperidad de la sociedad y de los individuos.

Por último, se habla de las instituciones en las que se atienden a los necesitados.

- CONTEXTUALIZACIÓN:

El autor de la presente Encíclica es León XIII. Nacido originalmente con el nombre de Vincenzo Gioacchino Raffaele Luigi Pecci  (1810-1903). Entró a la edad de ocho años (1818) en el colegio jesuita de Viterbo; en 1824 se trasladó al también jesuita Colegio Romano. Se mostró extraordinariamente dotado para el estudio del latín, adquiriendo entonces el gusto por componer poesía en esta lengua. En 1832 se doctoró en Teología. Los cinco años siguientes los empleó en el aprendizaje del derecho civil y canónico, en la Academia de Nobles. Al finalizarlos fue ordenado sacerdote (1837). Muy pronto pasó al servicio del Papa Gregorio XVI, quien le encomendó tareas diplomáticas, primero como delegado pontificio en las ciudades italianas de Benevento, Perugia y Spoleto (1838-1843), y luego como nuncio en Bélgica (1843-1846). Como consecuencia de su buen quehacer fue elevedado al cardenalato en 1853. se dedicó al gobierno de su diócesis y al pensamiento. Uno de sus temas de reflexión fue la universalidad de la Iglesia. Entre 1874 y 1877 publicó varios documentos pastorales de tono conciliador. El Papa Pío IX le nombró cardenal-camerlengo (1877), de modo que se trasladó a Roma. Desde 1881 publicó cinco encíclicas que por su contenido dieron lugar años más tarde a otra: la Rerum Novarum (15 de mayo de 1891), centrada en la cuestión social, y origen del sobrenombre que se le dio después: "Papa de los obreros". Al inicio de su pontificado, en 1879, obtuvo la unificación con algunas pequeñas iglesias orientales antes separadas, como la caldea. Poco antes de su muerte creó la Comisión Pontificia para la Reconciliación (luego Secretaría para la Unidad de los Cristianos). Falleció en 1903.

En cuanto a la contextualización de la Encíclica, se escribió en el año 1891, siglos finales XIX y principios del XX. En la Revolución Industrial se había creado la máquina y esto llevó a que muchos obreros se quedasen sin trabajo. La Encíclica trata de dar una solución inteligente y realizable a la situación de los obreros. León XIII se centra principalmente en la relación obrero-patronal.
En relación a la propiedad privada, para los socialistas, el problema de la pobreza de los obreros se resolvería quitando este derecho; es decir, que nadie sea dueño de nada y esto agravaría la situación, puesto que el hombre se vería privado de las cosas producidas por su esfuerzo, por su trabajo y también no podría solventar sus necesidades básicas. En la Encíclica se defiende que este derecho sea inviolable.

Ante este problema, la Iglesia interviene para solucionar conflictos y unir a los ricos y a los proletarios. Lo más importante es que se respete la condición humana. Para Dios, todos los hombres son iguales y no hay que tratarles diferentes por la posición que ocupen. Por eso, es importante la armonía y su fundamento es que no haya peleas entre las clases. También la Iglesia hace cumplir a ambas clases con sus derechos y deberes. Los deberes de los proletarios son: Cumplir con su trabajo, no ofender a patronos, no usar la violencia para defender sus derechos, etc... Los deberes de los ricos son: no abusar de los obreros ni tratarlos como esclavos, que el salario no sea vergonzoso y puedan ganarse la vida, que haya descanso entre las jornadas, que de a cada uno lo que es justo, etc... El Estado también interviene y tiene que promover el bienestar entre ricos y proletarios. Debe velar por los bienes del individuo y de la sociedad.

Por último, se crean unas instituciones para ayudar a los proletariados: sociedades de socorros mutuos, patronatos fundados para cuidar de los niños, jóvenes y ancianos.
- ANÁLISIS:
¿Cuáles son las principales críticas que la encíclica formula a los partidos y movimientos socialistas? Las críticas que la encíclica formula a los partidos y movimientos socialistas, son que estos, niegan a los individuos el derecho a la propiedad privada de los bienes. Al negar esto, el hombre se vería privado de cosas producidas con su trabajo. También obran contra la justicia natural y destruye la organización familiar.

¿Cómo se justifica la desigualdad entre los seres humanos y cuál sería el fundamento de la armonía social? La desigualdad entre los seres humanos se justifica cuando los poderes públicos ayudan y socorren con medios extraordinarios a las familias que se encontrarán en una situación difícil y de la que no puedan salir. El principio de la propiedad privada tiene que considerarse inviolable. También se debe respetar la condición humana, que son iguales y no hay que tratarles diferentes por la posición que ocupen cada uno. El fundamento de la armonía social, es que ambas clases, ricos y pobres, estén de acuerdo, es decir, que ninguna clase e individuo es inferior. El acuerdo engendra la belleza y el orden de las cosas.

¿Cuáles serían los papeles de la Iglesia Católica y el Estado, relación a los obreros y en relación a los patronos, en la solución del conflicto social? El papel de la Iglesia consiste en que puede arreglar y unir a los ricos con los proletarios, haciendo que ambas clases cumplan con sus deberes respectivos y, ante todo, a los deberes de la justicia. Los deberes que corresponden a los proletarios y obreros son: Cumplir íntegra y fielmente lo que por propia libertad  y con arreglo a la justicia se haya estipulado sobre el trabajo; no dañar en modo alguno el capital; no ofender a la persona de los patronos; abstenerse de toda violencia al defender sus derechos y no promover sediciones; no mezclarse con hombres depravados que alientan pretensiones inmoderadas y se prometen artificiosamente grandes cosas, lo que lleva consigo arrepentimientos estériles y las consiguientes pérdidas de fortuna. Los deberes de los ricos y patronos son: No considerar a los obreros como esclavos, respetar a ellos, como es justo, la dignidad de la persona. Que los trabajos remunerados, no sean vergonzosos para el hombre, sino de mucha honra, en cuanto dan honesta posibilidad para ganarse la vida. Se manda a que se tengan en cuenta la religión y los bienes de las almas de los proletariados. Es obligación de los patronos disponer que el obrero tenga un espacio de tiempo idóneo para atender a la piedad, no exponer al hombre a los halagos de la corrupción y a las ocasiones de pecar y no apartarlo en modo alguno de sus atenciones domesticas y de la afición al ahorro. Tampoco debe imponérseles más trabajo del que puedan soportar sus fuerzas, ni de una clase que no esté conforme con su edad y su sexo. Pero entre los principales deberes de los patronos se destaca el e dar a cada uno lo que sea justo. El papel del Estado consiste en que pide la recta razón de conformidad con la naturaleza y aprueban las enseñanzas de la sabiduría divina. Los que gobiernan deben cooperar, con toda la fuerza de las leyes e instituciones, es decir, haciendo que la ordenación y administración misma del Estado brote espontáneamente la prosperidad tanto de la sociedad como de los individuos, ya que éste es el cometido de la política y el deber inexcusable de los gobernantes. El Estado debe velar por el bien común como propia misión suya. Entre los deberes de los gobernantes que velan por el bien del pueblo, se destaca entre los primeros el de defender por igual a todas las clases sociales, observando inviolablemente la justicia llamada retributiva. Debe asegurar las posesiones privadas con el imperio y fuerza de las leyes y deberá mantenerse a la plebe dentro de los límites del deber, en medio de un ya tal desenfreno de ambiciones.

¿Cuáles serían los principales medios e instituciones que el documento propone para la conciliación del conflicto entre las clases sociales? En cuanto a las instituciones están: Las sociedades de socorros mutuos; entidades diversas instituidas por la previsión de los particulares para proteger a los obreros, amparar a sus viudas e hijos de los imprevistos, enfermedades y cualquier accidente propio de las cosas humanas; los patronatos fundados para cuidar de los niños, niñas, jóvenes y ancianos; las sociedades de obreros, que comprenden en sí todas las demás.

- CONCLUSIONES, REFLEXIONES Y APORTACIÓN PERSONAL:

En la actualidad seguimos teniendo el problema de la pobreza, la desigualdad social e injusticia social.

El problema de la pobreza se puede solucionar y los hombres tienen que encargarse y esforzarse para conseguirlo.

La Iglesia tiene que encargarse de los temas religiosos y de orden espiritual y el Estado tenía que garantizar el uso adecuado de los bienes. Siempre es necesaria las ayudas de los poderes públicos para salir de las carencias.

La encíclica ve el tema del sufrimiento del hombre como algo natural y humano y luego habla de tratar al hombre con dignidad y no abusar de él. Es justo que se defienda el derecho a la propiedad privada y que este derecho sea inviolable.

Respecto de la crítica marxista a la teoría de la Iglesia, lo que los marxistas reclaman a la Iglesia, es que los proletarios no quieren limosna, quieren trabajo, no obras de caridad. Esto se hace ver en la Encíclica que hace referencia a las ayudas de los ricos hacia los obreros una vez satisfechas las necesidades.

En la encíclica se rechazaba la lucha de las clases como medio para solucionar la pobreza y la opresión.

La Iglesia Católica ve muy importante la Cuestión Social. Es una situación que no puede continuar y tiene que arreglarse.


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